La policía encontró un sartén con partes del cuerpo de un joven asesinado.
Al noroeste de Rusia, la policía detuvo a un joven y una niña de doce años en el interior de una vivienda, donde encontraron un rastro de sangre que los llevó al cuerpo descuartizado de un joven de 21 años, sus restos en un sartén y la cabeza en el interior de un horno.
Los sospechosos son un joven de 22 años y su compañera de doce. La menor estaba siendo buscada tras huir de su hogar a finales de septiembre, y el joven argumentó que vivían juntos “por amor”.
Los detenidos dijeron haber conocido a la víctima en un café de San Petersburgo, y estuvieron viviendo varios días en su casa. Sin embargo, la noche del 2 a 3 de octubre, se desató un conflicto entre los hombres, que acabó con la muerte por apuñalamiento del dueño de la vivienda.
De acuerdo a los investigadores, la niña de doce años también participó en el asesinato.