Francisco Moreno Barrón anunció que seguirán buscando la manera de presentar “el proyecto de dios para el matrimonio y la vida de una manera atractiva, sin imponerlo a nadie”
Puede estar en Ley, pero la Iglesia católica sigue en contra. Reconocer en pleno siglo 21 el matrimonio igualitario, sería como renunciar a su propia historia, y evidentemente, este es un riesgo que no están dispuestos a asumir.

Por mayoría de votos el Ayuntamiento de Tijuana se declaró a favor de la reforma de los artículos 7 y 104 de la Constitución de Baja California, con lo que manifestó su respaldo a los matrimonios igualitarios y priorizó la certeza jurídica a la población sin importar raza, género, color o situación económica, en particular respeten los derechos de la comunidad LBGTI. Esto no pasó desapercibido por las autoridades eclesiásticas locales, que no tardaron en refrendar su postura.

Antes de la misa en la catedral metropolitana de “Nuestra Señora de Guadalupe” en Tijuana, el arzobispo Francisco Moreno Barrón expresó que respetarán la decisión tomada por el legislativo y reafirmada por los cabildos de Tijuana, Mexicali y Tecate, pero seguirán promoviendo la idea de que la unión marital sólo es posible en los términos civiles y no en los religiosos.
“La iglesia siempre ha anunciado y seguirá proclamando el matrimonio de acuerdo al plan de dios entre un hombre y una mujer, como se nos presenta desde el primero libro de la sagrada escritura, el génesis. Y que fue elevado a la dignidad de sacramento por Cristo Jesús, y que la iglesia enseña y administra para bien no sólo de los que se casan, sino de la comunidad humana”, dijo Moreno Barrón.

“Sin embargo siempre seremos respetuosos de las personas que piensan diferente, que toman decisiones distintas, porque tienen su dignidad, porque tienen sus derechos humanos, porque son personas valiosas. Pero al mismo tiempo nosotros demandamos respeto”, añadió el religioso.
Algunos grupos van impulsando “estas agendas que con corresponden con el evangelio”, advirtió que la iglesia también tiene el derecho de impulsar su agenda en contra de la comunidad LBGTI. “Ellos hacen lo propio y la iglesia también tiene que cumplir su misión”, sentenció. “¿Qué hacemos ahora nosotros frente a estas decisiones tomadas? Orientar, formar a los jóvenes, llegar con este mensaje de vida a las familias”.

“Presentar el proyecto de dios para el matrimonio y la vida de una manera atractiva a toda la sociedad, sin imponerlo a nadie. Pero que se vea que realmente es una alternativa que nutre a las personas y da vida a la comunidad de manera integral, esta comunidad de la que formamos todos parte en la sociedad”, concluyó.