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  • El mitómano Jorge Ramos Hernández busca con sus engaños la aceptación de los demás

Por Hugo Isaac REA TORRES

Es deleznable que a través de mentiras el camaleón Jorge Ramos Hernández intente hacer creer a los tijuanenses que “él se enfrentó a la delincuencia y tiene la experiencia suficiente para enfrentar a los criminales de hoy”.

En su afán obsesivo compulsivo de buscar (por tercera ocasión) el poder por el poder en la alcaldía de Tijuana, el panista converso hoy en perredista, Jorge Ramos, no repara en expresar una sarta de mentiras patológicas para tratar de convencer al electorado que ya vivió una amarga experiencia de corrupción cuando le tocó gobernar del 2007 al 2010.

La mitomanía es un trastorno del comportamiento; las personas que lo sufren únicamente saben decir embustes, como lo hace el hoy ávido aspirante a la alcaldía de Tijuana por el PRI,PAN,PRD, a quien no le importó llevar para su objetivo el estandarte perredista que fuera antaño su furioso adversario.

Jorge Ramos alardea de que él “fue quien acabó con la inseguridad en la ciudad” en la época del temible “Teo” y del “Muletas”, quienes desataron literalmente una guerra en contra del clan Arellano Félix liderado por Francisco Javier el “Tigrillo”.

Jorge Ramos miente con una naturalidad pasmosa, es un profesional de la mentira, en realidad es un enfermo mental, un mitómano. Y la mitomanía es un trastorno del comportamiento. La persona que lo padece es adicta a mentir. El mitómano busca con sus engaños la aceptación de los demás. Compensar sus bajos niveles de autoestima buscando la admiración inmediata, solo es cuestión de ver la intencionalidad de sus engaños, patrañas, mentiras, bulos, falsedades, murmuraciones, hablillas, chismes.

Quien cree sus embustes tiene una percepción equivocada de quién es Jorge Ramos y su “cantaleta» en el tema de seguridad, porque él nunca ha logrado nada en ese rubro. Se arroga resultados nimios que NO LE PERTENECEN.

Para empezar, Jorge Ramos no tenía dentro de sus atribuciones como autoridad municipal combatir al crimen organizado, cuyos miembros tenían infiltrada “hasta el tuétano” a la policía municipal que tuvo bajo su mando. Entonces pues, el mentiroso Jorge Ramos encabezaba una célula criminal que comandó como presidente municipal y el gobierno federal y estatal tuvieron que hacer un esfuerzo doble para atacar a los delincuentes con uniforme y sin uniforme.

En ese entonces el Ejército detuvo a 62 policías y ex policías de Baja California, acusados de dar protección al cártel de los hermanos Arellano Félix, el operativo tenía el propósito de romper con los esquemas de protección del crimen organizado. De los detenidos, 40 eran policías municipales en activo con mando.

Asimismo, el FBI (Buró de Investigación Federal de Estados Unidos) detuvo a policías y ex policías municipales, así como al cómplice de estos quien fungía como director de Enlace Internacional de la Procuraduría de Justicia de Baja California, Jesús Quiñonez Márquez, como parte de una investigación que –informó la agencia norteamericana– involucraba a 42 personas. De acuerdo con una demanda penal en California, Quiñonez Márquez estuvo acusado de participar en una organización de delincuencia y se les relacionó con crímenes federales, conspiración para cometer asesinatos, secuestro, conspiración para cometer secuestro, robos, tráfico de drogas y lavado de dinero.

Como podrá entenderse, Jorge Ramos vivió y convivió con el crimen organizado y ahora, con tal de ganar la elección, está dispuesto a volver a pactar con la delincuencia “para calmar el rancho”.

Lo mentiroso de Ramos ya lo hizo público también la compañera Yolanda Caballero, cito:

“¡Otra vez con sus mentiras, Jorge Ramos!

“Tuvo la oportunidad de cambiar a Tijuana y no lo hizo. Hoy sediento de poder, busca de nuevo gobernar y no administrar los recursos del Ayuntamiento para el bien de la población.

“Escuchemos sus discursos. Están centrados en hablar de inseguridad, que según él resolvió.

“También sostiene que hoy existen gobiernos improvisados. Que no se le olvide que el suyo también fue de ocurrencias e improvisaciones, sobre todo en Seguridad Pública, un área de suma importancia ante las masacres que se vivían en esos tiempos.

“En ese entonces, el Teniente Coronel Julián Leyzaola era su director de Seguridad Pública y le renunció cuando ya no aguantó sus imposiciones, como las de solapar que Jesús Alberto Capella Ibarra, secretario de Seguridad Pública en Tijuana porque en lugar de ser un administrador se creía el ‘superpoli’.

“Hay que recordarle a Ramos Hernández cuando se negaba a recibir al militar en retiro en su oficina, incluso el hoy presidente del PAN en Tijuana, Luis Rodolfo Enríquez, le toco vivir esa escena.

“Pero cuando vio el documento de renuncia, llamo de inmediato a Leyzaola, corrió a Capella Ibarra y entonces le dio la Secretaría.

“¿Con qué cara, ahora viene a vendernos la idea de que su gobierno no fue improvisado?

“Y hay que recordar que gran parte de los arrestos de peligrosos delincuentes eran realizados en aquel entonces por policías municipales, que hoy siguen viviendo en las mismas colonias y no con escoltas como lo hacían Ramos y Leyzaola Pérez.

“Y parte de ese éxito en la seguridad se lo debemos al entonces General Alfonso Duarte Mújica, comandante de la Segunda Zona Militar. Destacado por resultados en beneficio de los tijuanenses y todos los bajacalifornianos.

“Tampoco se acuerda que el Programa Integral de Rehabilitación de Vialidades (PIRE) no estaba ni en su plan de gobierno.

“Fue hasta que el ex secretario del Gobierno de Baja California, Bernardo Martínez Borbón se lo propuso a través de CEMEX.

“Le dio movilidad a Tijuana. ¡Si! ¿Pero a qué costo? Endeudó a la ciudad por 20 años con un alto pago de intereses, que cada gobierno en turno ‘negocia’.

“Y debido a ese pago mensual que hacemos los tijuanenses vía nuestros impuestos, hoy vivimos en la ciudad más endeudada del país, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

“Tal vez el ex diputado federal y derrotado candidato a Senador de la República (2018), considera que los tijuanenses somos clientes de sus pláticas de liderazgo pastoral”. (Fin de la cita).

Si Jorge Ramos asegura que él designó mandos militares en el área de seguridad municipal, ¡miente! Se los impuso la autoridad castrense. El designó a “Cuasimodo” Capella.

¿Recuerdas «La Nena»; máquina separadora de residuos sólidos que le dejaría pingües ganancias al Ayuntamiento? ¿Recuerdas lo construido en la canalización del Río Tijuana? ¿Recuerdas lo que ganó (robó) con el famoso «white topping»?

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¿Recuerdas que NO HIZO NADA como presidente de la Comisión de Seguridad en el Congreso Federal? ¿Recuerdas la reunión que sostuvo con reporteros y medios de la llamada «chiquillada» antes de irse para que «no le hicieran ruido»? ¿Recuerdas el terreno que robó para poner su negocio de raquetbol? ¿Recuerdas por qué tiene dos clínicas para adicciones? ¿Recuerdas por qué se separó de su primera esposa? ¿Recuerdas que metió a la nómina oficial a su nueva suegra al llegar a la presidencia municipal? ¿Recuerdas, recuerdas?

Cometió muchos agravios que no se olvidan tan fácilmente.

Hasta aquí la dejamos, no sin antes recomendarles que ¡NO SE ENREDEN, Y PUNTO!

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